Hola a todas y todos,
hoy os quiero contar mi experiencia de este fin de semana.
Haciendo balance de la aventura en moto que he vivido he encontrado una gran similitud con «La ruta del emprendimiento».
Comenzamos.
Los inicios
La ruta de este fin de semana era distinta a las demás, era una prueba de resistencia por carreteras de la sierra de Málaga en la que el objetivo era simple, recorrer muchos kilómetros por lugares increíbles con la ayuda de mapas, como antes del GPS, y pasando por los distintos puntos de control donde nos daban otro mapa para encontrar el siguiente punto de control.
Cuando llegó el momento de prepararse, también llegaron los nervios ante lo desconocido, pues no sabíamos aún que camino íbamos a seguir.
Llega el momento, te montas en la moto y empieza la aventura, sólo tienes un mapa físico y tienes que encontrar tú sólo el camino hacia el siguiente punto.
Dudas, nervios y no saber qué pasará hace que pongas alerta todos y cada uno de tus sentidos.
La primera etapa
Todo es nuevo, el paisaje, las carreteras, los caminos, y te adentras en ellos con la confianza de que es el camino correcto, te puedes perder, te puedes equivocar de camino, pero finalmente encuentras la solución para seguir.
Lo que aún no te he contado, es que el tiempo empeoró drásticamente al poco de comenzar y no dejó de llover en todo el día y en varios puntos del recorrido, el viento era extremo y los golpes de las rachas de viento constantemente querían tirarte de la moto .
Es cierto, la primera etapa no fue fácil, había momentos en los que te entraban las dudas de si la terminarías en algún momento y también, apareció un gran enemigo: el miedo, que en mi cabeza dijo: no puedes seguir, esto es demasiado.
Pero seguimos la ruta
Aferrada a la moto y aún con el miedo en el cuerpo sigues, porque quedarte parado no sirve de nada y no te va a sacar de la situación en la que te encuentras.
Seguimos hacia el siguiente punto de control, hacia el siguiente mapa, incluso valorando la situación de parar, sigues, incluso lloviendo, sigues, aunque crees que no puedes, sigues…. y lo consigues.
La última etapa?
Con el último mapa en tus manos, tras más de 8 horas en la moto lloviendo y recorriendo las mágicas carreteras de la sierra, te dispones a completar la ruta. Tras haber comido algo te pones en marcha y te dispones a terminar el reto, porque es algo único, porque llevas esperándolo mucho tiempo y porque en el punto en el que te encuentras lo mejor es continuar.
Paisajes de ensueño nos aguardaban aquí, la lluvia ya no era un problema porque había aceptado que no cesaría, el camino no iba a ser más fácil pero sabia que podía con el.
Tampoco fue un problema, después de todo lo pasado, eres más fuerte y te ves con la capacidad suficiente para terminar.
Tras 12 horas de moto, llegamos a la meta, empapada, con frío, cansada de tantas horas y con una gota de energía.
Esa gota de energía, fue sin duda, la mejor, porque me hizo sentir que podía con eso y más y de echo me dejó con las ganas de continuar descubriendo nuevos caminos con la moto.
Esa energía es la que hace que el camino no haya terminado…
¿Por qué os cuento esto?
Te pido ahora, que vuelvas a leer esta entrada pero desde otro punto de vista: desde el emprendimiento. Al igual que en la ruta en moto, la ruta del emprendimiento pasa por distintas etapas que tendrás que superar.
Por ahora sólo me queda animarte si estás pensando en emprender y si ya tienes en tus manos el proyecto, te digo: sigue, porque se puede.
Si nos necesitas, aquí esteremos: contacto@mklove.es
Que paséis un #magníficodía y mucho #MKLove❤